Las actuaciones desarrolladas por Medio Ambiente han favorecido el crecimiento de las poblaciones de águila imperial, lince ibérico, buitre negro y avutarda durante los últimos cinco años.
El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, ha presentado
al Comité Andaluz de la Biodiversidad el documento de partida de la
Estrategia Andaluza de Gestión Integrada de la Biodiversidad, que
incluye un conjunto de propuestas para la conservación de la flora y la
fauna. Durante los dos próximos meses, se celebrarán talleres
provinciales que perfilarán este documento, tras lo que se iniciará un
proceso de participación ciudadana, previo a la aprobación formal de la
estrategia.
La Estrategia Andaluza de Gestión Integrada de la
Biodiversidad está concebida como marco de referencia de la política
europea e internacional en esta materia, e incorpora las directrices y
líneas de acción de la política ambiental de la Junta. Su finalidad es
frenar la pérdida de biodiversidad en Andalucía mediante un modelo de
gestión activa, participativa y transparente.
Su desarrollo se
estructura en tres fases bien diferenciadas: la elaboración del
borrador del documento estratégico, la discusión y participación
pública, y la aprobación formal de la estrategia. En este momento el
proceso se encuentra en su primera fase.
En la siguiente, la
participación social estará garantizada a través de la página web de la
Consejería de Medio Ambiente, donde podrán hacer sus aportaciones y
sugerencias todas las personas interesadas. También se ha configurado
un correo electrónico (estrategiabiodiversidad.cma@juntadeandalucia.es)
con este fin. La tercera fase se iniciará tras la incorporación al
documento de estas aportaciones de la ciudadanía, y se someterá a la
consideración del Comité Andaluz de la Biodiversidad, tras lo que será
remitida al Consejo de Gobierno de la Junta para su aprobación. El
documento tendrá una vigencia de ocho años.
Actualmente,
Andalucía tiene en marcha planes de recuperación y conservación que
afectan a 134 especies silvestres, entre ellas 38 de fauna y 96 de
flora. Con estas actuaciones, las poblaciones andaluzas de especies
catalogadas con programas de recuperación, como las de águila imperial
ibérica, lince ibérico, buitre negro y avutarda, han crecido durante
los últimos cinco años.
La eficacia de la estrategia andaluza
para la lucha contra el uso ilegal de cebos envenenados y de los
trabajos de los equipos caninos para la detección de venenos, junto a
los trabajos de corrección de apoyos peligrosos para la avifauna en
tendidos eléctricos, han sido dos pilares básicos de gestión para
conseguir esos incrementos poblacionales.
Una tercera línea ha
sido la implicación de propietarios de terrenos forestales, gracias a
lo que se han establecido numerosos convenios de colaboración, entre
ellos 107 en zonas linceras (118.229 hectáreas), 45 en zonas con águila
imperial (53.116 hectáreas), 43 en zonas con aguilucho cenizo (11.200
hectáreas) y 43 en zonas de avutarda (11.200 hectáreas), así como 7
convenios en zonas con buitre negro (10.000 hectáreas).
Seguimiento y cartografía
En
el transcurso del Consejo Andaluz de Biodiversidad también se han
repasado los trabajos de seguimiento y cartografía de especies de flora
y fauna amenazadas y de interés. La obtención y procesado de este
conocimiento del medio natural andaluz, los ecosistemas, sus especies y
poblaciones es fundamental para desarrollar una adecuada gestión de la
biodiversidad.
La Consejería de Medio Ambiente está realizando
un importante esfuerzo, a través de los equipos integrantes de las
redes y programas, para el censo, localización y cartografiado de
especies de flora y fauna silvestres. Los datos obtenidos se han
volcado en una serie de aplicaciones informáticas para que una
herramienta denominada Sistema de Información y Localización de los
Valores de Interés Ambiental, integre y actualice de forma continua los
datos procedentes de esas aplicaciones.
Esta información se
integrará además con otras aplicaciones relacionadas con
autorizaciones, sanciones, normativa o financiación ya existentes. El
sistema generará informes de las especies por áreas, con su categoría
de amenaza y la normativa que la auspicia, la fecha de actualización y
el origen de los datos.