Desde enero de 2009 no ha habido un sólo mes en el que las cotizaciones en las explotaciones cubran los costes de producción.
La Coordinadora de Organizaciones de
Agricultores y Ganaderos (COAG) ha cifrado en más de 423 millones de
euros las pérdidas del conjunto del sector productor en los últimos
doce meses, por no cubrir los costes de producción lo que suponen
más de 18.000 euros por explotación.
Según ha informado la organización agraria,
desde enero de 2009 no ha habido un sólo mes en el que las
cotizaciones en las explotaciones cubran los costes de producción,
que se sitúan en 0,33 euros/litro.
En este sentido, ha precisado que en el último año el precio
medio en origen se ha situado en 0,28 euros/litro, por lo que en una
explotación media en España de 35 vacas, y en la que cada animal
produce 30 litros de leche diarios, las pérdidas medidas mensuales
alcanzan en torno a los 1.560 euros.
En concreto, según las cifras aportadas por COAG, desde
septiembre de 2007 hasta diciembre de 2008 los precios en origen de
la leche han oscilado en una horquilla de entre 45,10 y 34,08
euros/100 kilogramos, uno de los periodos en los que el precio de
esta materia prima ha estado más elevado.
No obstante, desde enero de 2009, mes en el que la cotización de
la leche fue de 33,11 euros/100 kilogramos, los precios registraron
un continuo descenso hasta situarse en julio de ese mismo año en
26,85 euros/100 kilogramos, el precio más bajo desde 2007.
Desde agosto de 2009 hasta julio de 2010, los precios se han
situado entre 30,09 y 27,27 euros por cada 100 kilogramos de leche.
Ante estos datos, y, en su opinión, por la "ausencia" de medidas
eficaces y "la actitud de las industrias y las cadenas de
distribución", COAG ha decidido plantear al resto de organizaciones
agrarias y cooperativas iniciar un proceso de "movilizaciones
contundentes" a nivel estatal bajo la unidad de acción.
La responsable de Producción Ganadera de COAG, Charo Arredondo,
ha subrayado que "con este escenario es imposible vivir de la
actividad ganadera" y "en un año, 1.200 explotaciones se han visto
obligadas a echar el cierre".
"Los que aguantamos, lo hacemos porque en muchos casos
gestionamos explotaciones en las que contamos con ayuda familiar,
las horas de trabajo no tienen nada que ver con nuestro salario,
tenemos la esperanza de un cambio de tendencia y debemos afrontar
deudas en base a inversiones realizadas para hacer más competitiva
nuestra explotación", ha añadido.