Más de 13.000 hectáreas serán sustituidas por arroz tipo "redondo", con mayor aceptación ahora en el mercado.
El sector arrocero sevillano prepara para el
próximo año una de las mayores reconversiones productivas de su historia
con la transformación de más de 13.000 hectáreas -de las que se
obtienen grano largo-, que serán sustituidas "de golpe" por arroz tipo
"redondo", con mayor aceptación ahora en el mercado.
Según ha
avanzado el director gerente de la Federación de Arroceros de
Sevilla, Manuel Cano, el sector realizará el próximo año este cambio
"drástico", lo que permitirá acabar con la situación actual de
excedentes de arroz tipo largo, aunque esta campaña se desarrollará sin
cambios ni modificaciones productivas.
En concreto, las
cooperativas mantienen en sus almacenes unas 40.000 toneladas de arroz
de tipo largo que les cuesta trabajo comercializar, por lo que las
modificaciones previstas dotarán a los agricultores de un nuevo
revulsivo para vender todo su cereal.
El proyecto agronómico
en el Bajo Guadalquivir sevillano supone una de las mayores
transformaciones productivas en la historia del arroz de esta comarca,
sólo comparable a las adaptaciones realizadas en la década de los
ochenta aunque en sentido contrario al actual -reconvirtieron el cultivo
de grano redondo a largo en aquella ocasión, lo que contó incluso con
ayudas de la Unión Europea (UE)-.
La reconversión de 13.000
hectáreas supondría un cambio drástico, puesto que afectaría a más del
36 % de la superficie de cultivo en esta zona de Marismas del río
Guadalquivir, donde se desarrollan hasta 36.000 hectáreas.
Cano ha preciado que la compañía Ebro -que controla el mercado en España
y es una de las firmas líderes mundiales, además del principal cliente
de los arroceros- requiere de nuevo más grano redondo que largo para
adaptarse al gusto de los consumidores.
Aunque España "siempre
ha sido de arroz redondo", en los últimos años había ganado creciente
protagonismo el tipo largo, sobre todo por la demanda de familias
trabajadoras que veían en este cereal un producto que se adaptaba mejor a
su estilo de vida y permite, por ejemplo, ser "recalentado" sin perder
sus propiedades.
Sin embargo, ahora vuelve a tener más
aceptación el tipo redondo que contiene más almidón y
"absorbe" mejor los sabores, ha destacado Cano.
Mientras llega
la reconversión, algunos arroceros sevillanos inician en estas fechas
los tratamientos con herbicida contra las malas hierbas en sus "tablas".
Este cereal se ha desarrollado sin incidencias en las parcelas, que
terminaron de plantarse a finales del mes de mayo con carácter general.
Los agricultores han sembrado 36.000 hectáreas esta campaña, que ha
estado marcada por las disponibilidades de agua gracias al buen estado
de los embalses.
De los campos de las Marismas sevillanas se
recogerán -si se repiten los rendimientos del año pasado, unos 9.040
kilos por hectárea- más de 325.000 toneladas, aunque las cosechadoras no
entrarán en las explotaciones hasta el mes de octubre.