La Fundación Castilla-La Mancha, Tierra de Viñedos nace a iniciativa pública, si bien tiene carácter privado, y está financiada por las cuotas que aportan las cooperativas, las bodegas y los transformadoras de uva en mosto que desarrollan su actividad en el territorio de Castilla La Mancha. Es la única organización de estas características que existe en España, por lo que su modelo no tiene referente en nuestro país. Surgió como respuesta al principal problema al que se enfrentan, en general, los vinos de esta región: la comercialización y la necesidad de reposicionar la imagen de los vinos castellano-manchegos, promocionándolos en todo el mundo.