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La Coordinadora de Organizaciones Agrarias (COAG) de Jaén, ha anunciado que va a presentar una denuncia ante la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) por supuestas prácticas especulativas para bajar los precios del aceite de oliva.

El secretario general de COAG-Jaén, Juan Luis Avila, ha asegurado durante una rueda de prensa que no comprenden "cómo tras cuatro cosechas con precios por debajo del umbral de la rentabilidad y una campaña con los peores datos de producción de los últimos veinte años, los precios vuelvan a encontrarse por debajo de los costes de producción".

Según Avila, "la situación actual no responde a la lógica ley de la oferta y la demanda", sino a las prácticas especulativas de unas pocas empresas que acuerdan no comprar en determinados momentos para bajar el precio del aceite.

Por este motivo, han decidido presentar la denuncia ante Competencia para que "estudie lo que está sucediendo" porque "consideramos que se está produciendo un abuso de envasadores y distribuidores".

En opinión de COAG-Jaén, no se está cumpliendo la ley de oferta y demanda, en un contexto de una fuerte reducción de producción en la última campaña y unos precios que no paran de bajar en los dos últimos meses, encontrándose por debajo de los costes de producción.

En este sentido, consideran que la situación viene provocada por la estrategia de no comprar aceite hasta que llegue la floración con el objetivo de poner nervioso al agricultor, que se encuentra en una situación muy complicada.

Para el presidente de COAG-Jaén, Gregorio López, "el sector productor es tremendamente transparente, situación de la que se aprovechan las grandes empresas comercializadoras para saber hasta el último kilo que hay y aprovecharse al fijar bajos precios".

López califica este hecho de "ilegal y lamentable" ya que "no es posible que con una campaña tan corta se manejen precios por debajo de los costes de producción".

COAG Jaén ha hecho un llamamiento a las cooperativas para que no se dejen intimidar ante esta estrategia de mercado en un momento en el que los datos que manejan indican que prácticamente no habrá enlace de cosecha y ha exigido que la clase política actúe y regule un sector en el que "el producto es tremendamente vulnerable" y que está "sometido a la manipulación de la distribución".