El consejero de Medio Ambiente resalta que los estudios realizados en Andalucía permiten conocer cómo afectará el calentamiento global a toda la cuenca mediterránea.
El programa de seguimiento del Observatorio de Cambio Global
que realiza desde el Estrecho de Gibraltar la Junta de Andalucía junto
al Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (Icman), perteneciente al
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), destaca entre
sus primeras conclusiones la capacidad del mar Mediterráneo para captar
gases de efecto invernadero generados por la actividad humana. El
Mediterráneo demuestra poseer una gran capacidad de absorción de dióxido
de carbono, según los resultados de los primeros análisis presentados
por el consejero de Medio Ambiente,
José Juan Díaz Trillo, y el responsable del Observatorio de Cambio
Global del Estrecho e investigador científico del CSIC, Javier Ruiz
Segura.
Díaz Trillo ha destacado que el trabajo de investigación
sobre el calentamiento global que se desarrolla desde Andalucía permite
prever los cambios en los ecosistemas marinos que se producen en toda la
cuenca mediterránea y sus consecuencias socioeconómicas. El
conocimiento, según ha indicado el consejero, fortalece nuestra
capacidad de adaptación al escenario previsto en toda la región
mediterránea a finales de este siglo, con veranos muchos más calurosos y
un clima más seco.
El Estrecho de Gibraltar ha sido identificado por la UNESCO
como una de las tres áreas del planeta desde las que puede observarse
mejor el proceso del cambio climático en los océanos, tanto por las
modificaciones que ocurren en los ecosistemas como por las que afectan a
la circulación de las aguas. Para el consejero, esto otorga especial
relevancia a las investigaciones desarrolladas desde Andalucía por el
CSIC y la Consejería de Medio Ambiente.
El análisis de los primeros resultados obtenidos en la
investigación detecta entre las primeras tendencias una escasa capacidad
de adaptación del Mediterráneo a los cambios originados por la
actividad del hombre. Igualmente, se está investigando si las aguas
mediterráneas tenderán a ser más ácidas en un futuro, lo que generará
modificaciones en su biodiversidad. Actualmente, el Observatorio de
Cambio Global estudia cómo afectarán estas modificaciones a los
aprovechamientos pesqueros en la costa andaluza.
Uno de los aspectos abordados es si el aumento de
temperaturas propiciará una proliferación de medusas en las costas
mediterráneas. Aunque los inviernos cálidos favorecen el incremento de
algunas de estas especies, el centro de investigación descarta sin
embargo que deba relacionarse con el cambio climático la aparición hace
unos años en la costa andaluza de la carabela portuguesa, altamente
tóxica. La aparición de esta especie, propia de aguas más cálidas, hay
que vincularla a los fuertes temporales de poniente.
La Consejería de Medio Ambiente impulsa, en colaboración con
distintos centros de investigación de la comunidad autónoma, la Red de
Observatorios de Cambio Global de Andalucía, integrada por los centros
de Sierra Nevada, especializado en las zonas de alta montaña; Doñana,
dedicado a humedales; Zonas Áridas de Almería y El Estrecho. José Juan
Díaz Trillo ha explicado que desde Andalucía se realiza un trabajo de
referencia internacional en la materia, lo que refuerza la capacidad de
adaptación de la región ante los nuevos escenarios climáticos y mejora
la eficiencia de la explotación sostenible de los recursos naturales.