El Consejo Regulador de las Denominaciones
Específicas "Caballa de Andalucía" y "Melva de Andalucía" prevé que la
producción para la presente campaña se mantenga respecto al pasado año y
centrará sus esfuerzo en la consolidación de las ventas en el mercado
exterior.
Así lo ha indicado su secretario general,
Manuel Becerra, quien ha manifestado su deseo de que la comercialización
exterior de los productos de la denominación puedan alcanzar, cuando la
coyuntura económica mundial lo permita, el 25 % de las ventas totales,
frente al 20 % que suponen en la actualidad.
Becerra ha
recordado que la caballa y la melva andaluzas cuentan con "un respaldo
muy importante" para su salida al exterior con garantías es el disponer
de un marchamo de calidad europeo.
Según ha detallado, estos
indicadores distinguen a un producto artesanal, con pelado natural, sin
química ni conservantes "como hacían los romanos", y cuyo líquido de
cobertura es únicamente aceite de oliva o girasol.
Por
destino, el secretario general apunta a EEUU y Europa como principales
mercados en los que consolidar su producto y en especial, en estados
como Francia, Alemania o los países nórdicos, "en donde el pescado es
muy apreciado".
"En el problema no está en el producto, sino
en la promoción exterior, la gente debe saber apreciar la calidad que
garantiza ese disco redondo, amarillo y azul de la indicación
geográfica", ha remarcado.
En cuanto a producción se refiere,
Becerra ha remarcado que, con datos a fecha del 31 de julio y a la
espera de la llegada de la melva, los niveles de producción se sitúan en
línea con los registros de hace doce meses.
En concreto, las
empresas acogidas al Consejo Regulador registraron en el año 2010 una
producción aproximada de 1.680 toneladas de caballa y entre 780 y 800 de
melva, con un precio medio cercano a los 8,60 y los 12,20 euros el
kilo.
Manuel Becerra se congratulado por la "flexibilidad" que
ha demostrado el sector para amoldarse a la crisis, con un producto
"gourmet" que resiste mejor al deterioro de la coyuntura económica, pero
que sufre más la falta de materias primas.