Las autoridades marroquíes comenzaron en Rabat la
selección de las 800 trabajadoras agrícolas temporales solicitadas por
la provincia de Huelva para trabajar en la plantación de la fresa.
La
Agencia Nacional marroquí de Promoción del Empleo y Competencias
(ANAPEC) gestiona el proceso de selección de estas temporeras, que
durará una semana.
Desde
finales de octubre y durante un período de dos meses, estas mujeres se
encargarán del cultivo de la fresa en el campo onubense, y serán
previsiblemente empleadas de nuevo para la recolecta, en enero.
Frente
a las cerca de 2.500 mujeres marroquíes que España pidió para la
plantación de 2008, este año se han autorizado sólo 800 contratos,
según explicó Alfredo Ramos, secretario general de la Consejería de
Trabajo de la Embajada española en Rabat.
Se
trata de mano de obra ya empleada en años anteriores y experta en la
materia, y el menor número solicitado de jornaleras se debe no sólo a
la posibilidad de que los puestos hayan sido cubiertos por ciudadanos
españoles o comunitarios en paro, apuntó Ramos, sino también a que las
extensiones cultivadas han podido verse reducidas por la crisis.
En
cualquier caso, según él, el número de personas desplazadas para la
plantación corresponde aproximadamente al 20 por ciento de los
contratos que se harán en el conjunto de la campaña, puesto que la
recogida requiere de más operarios.
Cada
año los criterios se han vuelto más selectivos para asegurarse de que
el número de temporeras que se quedan en España cuando expira su
contrato sea el menor posible.
Para
ello, los empleadores aceptan sólo a mujeres, de 18 a 45 años, con
experiencia en el mundo rural y que tengan hijos, lo que les impulsa a
regresar a su país.
En la
campaña 2007-2008 más de 11.100 personas, la mayoría de ellas mujeres,
fueron seleccionadas como trabajadores temporeros agrícolas para la
campaña de recolección de fresas y cítricos en la provincia de Huelva,
mientras que en 2008-2009 fueron casi 15.000.
Las
temporeras, que cobran entre 32 y 35 euros brutos por día y pueden
llegar a ahorrar entre 3.000 y 4.000 euros en cada campaña, sólo tienen
que ocuparse de su manutención, ya que el viaje desde Tánger y el
alojamiento corren a cargo del empresario.