Se sigue a la espera de los resultados del estudio científico del Instituto Español de Oceanografía (IEO).
Los 200 barcos del Golfo de Cádiz dedicados a la captura de la chirla
han vuelto a faenar tras tres semanas de inactividad a la espera de
los resultados del estudio científico del Instituto Español de
Oceanografía (IEO) [1] para determinar la situación del caladero.
El estudio fue encargado la semana pasada por la Junta de Andalucía,
concluirá a primeros del próximo mes de diciembre y deberá determinar
cuánto tiempo necesita este caladero para que la pesca de chirla vuelva
a realizarse con criterios de sostenibilidad.
Antonio Albarracín, el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores
de Punta Umbría (Huelva), puerto que junto con el de Isla Cristina y el
gaditano de Sanlúcar concentran la actividad, ha explicado que el
sector ha decidido salir, a la espera de lo que digan los científicos,
para que "no se mermen más sus ingresos", ya que "aunque la especie no
es abundante, es necesario trabajar para comer".
Albarracín ha
recordado que junto con la elaboración de este estudio está prevista la
constitución, para el próximo viernes 19, de la comisión mixta que
estará integrada por los representantes del sector pesquero y las
administraciones competentes en la materia y que será la encargada de
analizar la situación socioeconómica de la flota, para contar con una
información actualizada sobre la situación laboral de los tripulantes.
Albarracín ha explicado que si los resultados del estudio del IEO
determinan que hay causas ajenas a la explotación que están motivando
la desaparición de la especie, "la Junta podrá decretar su cierre
oficial y entonces deberá de buscar ayudas o alternativas a la
actividad mientras se buscan soluciones".