El sector reivindica una rebaja de la talla de las capturas, ya que se ha establecido en 25 milímetros.
Una decena de armadoras dedicadas a la
captura de la chirla en el Golfo de Cádiz se han encerrado de manera
indefinida en el Patio de San Francisco de Isla Cristina (Huelva) para
reclamar una solución a la situación "precaria e insostenible" que
atraviesa el sector.
Una de las
armadoras encerradas, Carmen Oria, ha informado de que el encierro lo
han iniciado la mañana de ayer y que "no tienen intención" de abandonar el
edificio municipal hasta que la administración autonómica no responda a
sus reivindicaciones, relacionadas fundamentalmente con la talla, el
horario de pesca y la apertura de nuevas zonas del caladero.
Oria ha resaltado las condiciones en las que están afrontando el
encierro "sin agua, nada que comer y ni mantas para el frío".
Esto se debe, según ha relatado, a que la alcaldesa de la localidad,
María Luisa Faneca, "ha dado orden de cerrar el edificio y quien
sale no entra".
El sector de la chirla del Golfo de Cádiz lo
componen alrededor de un centenar de embarcaciones de Isla Cristina y
Punta Umbría (Huelva) y Sanlúcar (Cádiz), y esta amarrado a puerto desde
hace seis días por la falta de rentabilidad.
El sector
reivindica una rebaja de la talla de las capturas, ya que se ha
establecido en 25 milímetros cuando siempre ha sido de 24, algo que hace
imposible capturar los 200 kilos de tara por embarcación.
Además reclama el incremento del horario de pesca establecido, ya que
las cinco horas que establece la Orden que regula esta pesquería en el
Golfo de Cádiz son "insuficientes", y que se abra a la pesquería zonas
como la del levante, que afecta principalmente a la costa de Doñana.