Lo principal en estos momentos es la bajada de la talla mínima de 25 a 24 milímetros.
El sector de la chirla del Golfo de Cádiz ha
asegurado que si no le dejan actuar en el caladero, mediante una
autorregulación controlada por la administración, esta especie
desaparecerá.
Así lo ha indicado Rafael Núñez, el
portavoz de un colectivo formado por unas 100 embarcaciones de draga
hidráulica de los puertos de Punta Umbría e Isla Cristina, en Huelva, y
Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), quien ha calificado de "regular" la
reunión que representantes del sector mantuvieron ayer con el presidente
de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán.
Núñez ha
indicado que lo principal en estos momentos es la bajada de la talla
mínima de 25 a 24 milímetros, algo que la Junta se ha comprometido a
estudiar.
"Sólo le pedimos que o hagan durante estos dos o tres meses de invierno que hay ejemplares y de buena calidad", ha dicho.
El portavoz de los pescadores ha insistido en la importancia de que
la administración no dé tanta "credibilidad" a estudios científicos -en
referencia a los del Instituto Español de Oceanografía (IEO)- que
alertan de la "crítica" situación del caladero y de la desaparición de
la pesquería si se baja la talla.
"Esos estudios están basados
en pocas muestras y poca presencia en el propio caladero", ha indicado,
por lo, desde el sector se reclama que haya una mayor colaboración
entre armadores y pescadores y biólogos para demostrar cuál es la
verdadera situación del caladero.
"Hasta que la administración
y los biólogos no entiendan que tenemos que trabajar juntos no vamos a
salir a faenar, seguiremos amarrados", ha asegurado Núñez, quien ha
recordado que el amarre definitivo se produjo ya hace más de un mes.
El portavoz ha indicado que el sector está a la espera de la
respuesta de la Consejería de Agricultura y Pesca en relación a la
modificación del horario de pesca, lo que supondría que los barcos
podrían capturar durante diez horas y no cinco como hasta ahora, y la
tara máxima por barco, que se situará en 200 kilos.