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El sector de la chirla del Golfo de Cádiz, que componen unas cien embarcaciones de puertos de Huelva y Cádiz, perderá más de 400.000 euros durante los diez días de inactividad a los que se han visto obligados en cumplimiento del paro biológico establecido por la Junta de Andalucía.

La parada comenzó el pasado lunes y durará hasta el 10 de octubre, establecida en la modificación de la orden que regula esta pesquería publicada por la Junta de Andalucía el pasado junio, que regulaba una veda excepcional para este año en otoño tras recortar diez días la parada de la primavera.

El presidente de la Organización de Productores Pesqueros de Chirlas de Andalucía, Rafael Núñez, ha insistido en que éste "no era el momento más adecuado" para parar no sólo por la cantidad de molusco que hay "de inmejorable calidad", sino por la cuota de mercado que se estaba alcanzando a buenos precios.

En este sentido, ha indicado que durante estos diez días de parada cada embarcación dejará de ingresar una media de 450 euros al día, lo que supone más de 400.000 euros en total que "supone un freno más a un mal año".

A las pérdidas económicas por ingresos, Núñez ha sumado aquellas a las que tendrá que hacer frente el sector cuando regrese al trabajo ya que prevén una merma en la producción como consecuencia de un incremento de la mortandad.

"Creemos que se va a producir más mortandad de ejemplares que desove, como dicen los científicos, como consecuencia de que todavía las temperaturas que se están registrando son altas y si no se oxigenan los fondos marinos la chirla se muere", ha dicho.

Asimismo, ha denunciado que el período de veda está siendo utilizado por "ilegales" para capturar chirla con fuera borda o con rastro lo que implica que el producto que está llegando al mercado esté "sucio", algo que también perjudica al sector.

Núñez considera que la mejor época del año para que el sector realice la parada biológica anual serían los primeros meses del año, entre enero y marzo de forma que puedan desarrollar una actividad continuada durante el resto del año cuando el caladero presenta las mejores condiciones.

Si ello no es posible, desde el sector se apuesta por los paros por zonas de producción, como se hace en Italia, de forma que las capturas estarían garantizadas durante todo el año.