Así lo ha afirmado Francesc Ollé, gerente de la Asociación Interprofesional de Forrajes Españoles.
Las altas temperaturas registradas en las primeras semanas de mayo en la península han beneficiado a la nueva cosecha de forraje de regadío en España al acelerar su secado, una circunstancia que mejora su calidad.
Así lo ha asegurado el gerente de la Asociación Interprofesional de Forrajes Españoles (AIFE), Francesc Ollé, quien ha informado de que es precisamente la lluvia, muy escasa esta primavera, la que perjudica al forraje tras su siega.
Por tanto, las altas temperaturas y falta de lluvias en estas últimas semanas permitirá que la calidad de los forrajes de regadío para transformación y alimentación animal sea "mucho más alta" que la de los dos años anteriores.
En cuanto a estimaciones de producción, aún es "pronto" para hacerlas, según Ollé, aunque ha considerado que será parecida a la de la anterior campaña (1,4 millones de toneladas) porque, aunque ha bajado el número de hectáreas sembradas, la productividad de las explotaciones está siendo mayor gracias a las buenas condiciones meteorológicas.
Por otro lado, las altas temperaturas no han provocado hasta el momento problemas de suministro de agua a las zonas de regadío, según ha subrayado.
Según los datos publicados por la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada (AEFA), integrada en AIFE, la producción de forrajes deshidratados en la campaña 2014/15, que finalizó el 31 de marzo pasado, alcanzó los 1,46 millones de toneladas y tuvo descensos acusados en Castilla y León y Cataluña.
En el plano comercial, el 70 % de la producción se destinó a la exportación y las existencias finales de campaña han descendido en 100.000 toneladas.
En España, más del 85 % de la superficie productiva es en regadío, por lo que es mayoritaria frente a la de secano, según las estadísticas de AEFA.
