No hay ejemplares de sardinas de un tamaño adecuado, lo que se traduce en una oferta escasa para la alta demanda de los meses de verano
La Federación Andaluza de Cofradía de Pescadores (Facope) ha pedido al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente la realización de un estudio para determinar las causas del importante descenso de la población de sardina de talla comercial en el caladero Golfo de Cádiz.
El vicepresidente de Facope, Mariano García, ha indicado que si que hay sardina pequeña, que presenta "óptimas condiciones", lo que garantiza la incorporación de unos individuos al recurso. Sin embargo, frente a esta realidad, ha señalado, lo que sí es cierto es que "no hay ejemplares de un tamaño adecuado para poderla vender", lo que se traduce en una oferta escasa para una demanda, la de los meses de verano, que es la más alta de todo el año, y un "aumento importante" de los precios, llegando en ocasiones a alcanzar el kilo los 9 euros.
Esta situación contrasta, según García, con "el buen año del boquerón", algo que "no se entiende" porque se trata de dos pesquerías "que suelen ir a la par", de ahí que el sector considere la necesidad de que se lleve a cabo un estudio para determinar la causas de la escasez de la sardina.
Desde determinados puertos, como el de Punta Umbría (Huelva), se ha apuntado a factores contaminantes o a una mayor presencia de atún rojo en la zona como algunas de estas causas, si bien desde Facope son "cautos" y aseguran que no pueden atribuir ese descenso "por el momento" a nada en concreto. García ha confiado en que desde el Ministerio se sea sensible a esta petición, máxime cuando se trata de una especie de "vital importancia" para el sector de cerco del Golfo de Cádiz y una de las de mayor rentabilidad.
El CIEM o ICES -organismo científico de referencia sobre pesca- en su último informe sobre el estado de la sardina aconsejaba limitar en aguas atlánticas a 1.587 toneladas las capturas de esta especie -que no está sometida al régimen de Totales Admisibles de Capturas (TAC) de la Unión Europea (UE)- frente a las 19.005 toneladas de tope de capturas impuesto este año en los caladeros del Cantábrico, Portugal y del Golfo de Cádiz, por haber caído la población a "mínimos históricos en la última década".
Los pescadores del Golfo de Cádiz quieren saber ahora a qué se debe esta reducción, por qué hay ejemplares pequeños y en buen estado, garantía del futuro de la especie, y no de tamaño comercial.