Encontrar nuevos usos a los subproductos resultantes de la
elaboración de un alimento permite reducir gastos en la gestión de estos
residuos e incluso obtener beneficios, además de ser una apuesta por el medio
ambiente.
La materia orgánica, restos de papel, plástico, productos
químicos de limpieza o pilas gastadas se destinan a nuevos usos, como es el
caso de las pieles de las frutas para zumos envasados que se convierten en
fibras para enriquecer otros alimentos, gracias a especialistas en ciencia y
tecnología de alimentos.
Ésta es una de las líneas de trabajo de la empresa Innofood
I+D+i, de Alicante y asentada en el Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud (PTS) de Granada, que
con la colaboración de Corporación Tecnológica de Andalucía, fundación
promovida por la Junta,
ha llevado a cabo un estudio para el desarrollo de nuevas líneas de
investigación a partir de los subproductos agroalimentarios.
El director de la empresa, José María Fernández, ha
explicado que la industria alimenticia puede llegar a generar a la semana entre
ocho y diez toneladas de subproductos, lo que supone, además de un problema
medioambiental, numerosos gastos en la gestión de estos residuos o en la
contratación de otra empresa para que se haga cargo de ellos.
Normalmente, estos subproductos de la industria
hortofrutícola, pesquera o cárnica se destinan al consumo animal, sin embargo,
hay otras salidas "más rentables para la empresa", por lo que invertir
en I+D "es positivo porque ésta recupera una serie de beneficios".
Este estudio abre nuevas posibilidades por las que los
subproductos generados se transforman en nuevas materias primas, ingredientes o
compuestos que pueden ser utilizados en los sectores alimenticio, cosmético o
farmacéutico.
Sin embargo, la vocación innovadora de Innofood pretende dar
un paso más y ofrecer, mediante proyectos internos de la empresa, "nuevos
productos, avances y conocimientos que luego puedan transmitir a la industria".
De esta forma, Innofood trabaja con empresas con
"ciertas necesidades para realizar proyectos de investigación" y le
ofrece el abanico de posibilidades para satisfacer esa demanda, siempre bajo
los criterios de innovación, de fácil consumo, de que los productos sean
agradables y de que aporten salud al consumidor.
En otras ocasiones las empresas acuden a Innofood con nuevas
ideas para que sean desarrolladas y puestas en el mercado con el conocimiento y
la experiencia de la entidad alicantina.
Hoy en día, la tecnología de que dispone la industria
alimentaria permite que el consumidor gane en salud gracias a que se eliminan
los conservantes para utilizar productos naturales y procesos que tratan al
producto con baja temperatura.
En Innofood, los productos se someten además a un proceso de
cata para garantizar la calidad de los alimentos, así como a un estudio de vida
útil a través de diferentes métodos y tecnologías que aceleran la degradación
del producto.