Esta organización agraria recuerda que ya hay comunidades autónomas que cuentan con esta normativa o que trabajan en su aprobación. Se trata de una iniciativa que hace posibles unos precios justos y transparentes.
La
Coordinadora de
Organizaciones de Agricultores y Ganaderos COAG Andalucía, reclama a la Consejería que ponga en
marcha una ley para facilitar la venta directa de productos agrarios, de forma
que productores y consumidores puedan beneficiarse de unos precios justos y
transparentes, sin los abusivos márgenes comerciales que se ven obligados a
soportar cuando recurren a los canales convencionales.
Esta
organización agraria considera que habría que establecer unos requisitos
flexibles que permitieran cumplir con todas las exigencias legales y garantías
sanitarias sin que esto suponga una
maraña burocrática que finalmente haga inviable las iniciativas que
puedan surgir. En estos momentos, hay regiones
como Navarra, que ya disponen de la normativa adecuada para promover este tipo
de actividades, mientras otras, como Cataluña, se encuentran en el proceso de
tramitación de la misma.
Para
COAG Andalucía, una comunidad autónoma como la nuestra, donde la actividad
agraria tiene un peso específico fundamental, y especialmente la agricultura y
ganadería ecológicas, no debe quedar atrás en este proceso de promoción y fomento
de los canales cortos de comercialización, que permiten una relación directa
entre productores y consumidores, reduciendo los precios y el impacto ambiental
del comercio convencional.
Desde
hace ya más de un año, esta organización agraria promueve, a través de la
iniciativa ARCo (Agricultura de Responsabilidad Compartida) un proyecto que
pretende aglutinar todas aquellas formas de acercar a productores y
consumidores, basadas en el compromiso mutuo y en el establecimiento de alianzas
para conseguir un objetivo común: garantizar alimentos sanos y de calidad a un
precio razonable para todos, gracias al uso de canales cortos de
comercialización que permiten eliminar intermediarios. Este proyecto engloba
numerosas iniciativas, tales como grupos de consumo que reciben cestas de
productos de temporada a un precio más o menos fijo; tiendas asociadas;
comedores colectivos y mercados locales de productores, en los que los
ciudadanos compran directamente los productos agrarios.