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La patronal agraria Asaja-Córdoba convocará movilizaciones para el próximo mes de febrero en protesta por la situación de crisis que atraviesa la ganadería y para exigir al Gobierno la puesta en marcha de medidas urgentes para frenar la dramática situación que atraviesa el sector.

Según ha informado Asaja, muchos de los productores ganaderos están "al límite de la subsistencia" ya que el sector se encuentra "atrapado entre unos precios en origen bajos y unos costes de producción en constante alza debido a la escalada de las cotizaciones de los cereales".

La patronal calcula que en los últimos años se han perdido en toda España cerca de 18.000 explotaciones de ovino, 10.500 de caprino, 19.000 de vacuno y otras tantas de porcino debido a la situación de "indefensión" en la que se encuentran la mayoría de los productores "agobiados" por los elevados precios de los insumos y bajos precios de venta de sus producciones.

Además, Asaja advierte de que los ganaderos están sometidos a las presiones tanto de suministradores de bienes de producción como de industria y distribución que les "coacciona" con precios a la baja.

En el sector lácteo la situación es "insostenible" ya que en la mayoría de los casos, el precio que reciben los ganaderos por un litro de leche ni siquiera les alcanza para cubrir los costes de producción, lo que está provocando el abandono de numerosas explotaciones.

Asaja solicita medidas como el incremento del IVA compensatorio para la ganadería en régimen especial agrario al 10%; reducción de los módulos de todos los sectores ganaderos afectados por la crisis para los ejercicios fiscales 2010 y 2011; exención del Impuesto de Bienes Inmuebles para las explotaciones ganaderas afectadas y la refinanciación de créditos y préstamos ganaderos otorgados durante los últimos años, ampliando su periodo de carencia en dos años.

También reclama que se recuperen los presupuestos originales destinados a las ayudas ganaderas, que se han visto reducidos como consecuencia de la crisis económica, así como medidas de lucha contra la volatilidad de los precios y contra la especulación en el mercado de las materias primas, según la patronal.