El sector confía en que el 16 de julio, día en que finaliza el cierre, puedan reanudar su actividad sin problemas.
Tres meses después de que se adoptara la
decisión de cerrar temporalmente el caladero del Golfo de Cádiz a la
pesquería de la chirla, para lograr la regeneración de la especie, los
pescadores se muestran optimistas por la evolución positiva que esta
está presentando.
El patrón mayor de la
Cofradía de Pescadores de Punta Umbría (Huelva), Antonio Albarración,
ha explicado que según los últimos datos presentados al sector por la
Junta de Andalucía la evolución de la especie "es buena, se está
regenerando".
Ante esto, y a la espera de nuevos resultados, el
sector confía en que el 16 de julio, día en que finaliza el cierre,
puedan reanudar su actividad sin problemas y con ello recuperar una
fuente muy importante de ingresos para las flotas de Punta Umbría e
Isla Cristina, en Huelva, y de Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz, puertos
que concentran las 200 embarcaciones dedicadas a esta modalidad de
pesca.
Albarracín ha especificado que en el caso de la lonja de
Punta Umbría, la chirla supone el 50 por ciento del volumen de ventas,
que en estos momentos no llega, sin embargo, ha indicado que "la cosa,
dentro de lo malo va bien".
Por el momento, trabaja la flota de
cerco que, ante la ausencia de temporales fuertes como los registrados
el año pasado, está pudiendo salir a faenar diariamente "están trayendo
pesca y los precios se están manteniendo".
El cierre del
caladero del Golfo de Cádiz para la chirla se decretó el 16 de
diciembre de 2010 para un período de siete meses tras un estudio del
Instituto Español de Oceanografía que aconsejaba esta medida tras
advertir el agotamiento de la especie.
La medida lleva
aparejada un plan de ajuste para la flota que será consensuado con los
armadores y persigue que el número de barcos dedicados a esta pesquería
sea menor y las perspectivas de futuro para la chirla sean mejores.