Los barcos podrán realizar una marea diaria cuyo tiempo de actividad será menor o igual a cinco horas por barco.
A partir de hoy entrará en vigor la Orden publicada en el Boletín Oficial de
la Junta de Andalucía (BOJA) por la que se regula el marisqueo desde
embarcación con draga hidráulica en el Golfo de Cádiz y se establece un
plan de ajuste del esfuerzo pesquero para la flota que captura chirla
en dicha modalidad y caladero.
El principal objetivo que persigue esta normativa es garantizar la
sostenibilidad de esta pesquería y, por tanto, la continuidad de la
actividad socioeconómica y los bancos de moluscos de los que ésta
depende. Para ello, se ha optado por gestionar las posibilidades de
pesca en términos de esfuerzo en lugar de tomar como referente el
volumen de capturas.
Esta normativa establece que el marisqueo con draga hidráulica
deberá llevarse a cabo de lunes a viernes, no estando permitida los
días festivos nacionales y regionales. Los barcos podrán realizar una
marea diaria cuyo tiempo de actividad será menor o igual a cinco horas
por barco y deberán salir de puerto a partir de las 6.00h y regresar
antes de las 15.00h. El control de las jornadas se llevará a cabo
mediante el Sistema de Localización y Seguimiento de Embarcaciones
Pesqueras Andaluzas que tienen instalado (también llamado Caja Verde)
y que permite conocer la ubicación de los buques en todo momento.
Esta Orden establece además, entre otros aspectos, la reducción de
la capacidad de pesca en al menos un 8% del total de la flota en
términos de arqueo (GT) y potencia (kW), y las características que
deben cumplir las artes y cribadoras de selección autorizadas,
modificadas con el fin de garantizar el respeto de las tallas mínimas.
Asimismo, se hace público el listado de embarcaciones autorizadas
actualmente para esta pesca en el Golfo de Cádiz.
En cuanto a las subvenciones a las que se pueden acoger los
mariscadores que deban hacer modificaciones en cumplimiento de esta
Orden, se recuerda que el Fondo Europeo de Pesca contemplan
subvenciones relativas a la paralización definitiva de la actividad de
los barcos, su ajuste estructural y la adaptación de las cribadoras de
selección.
Esta flota dedicada a la captura de la chirla en el Golfo de Cádiz
ha vuelto a faenar el pasado 16 de junio tras la parada biológica de
seis meses necesaria para la regeneración del caladero ya que, según
destacan los informes científicos elaborados en esta pesquería, es
necesario reducir las capturas de esta especie para garantizar su
conservación.