Savia Biotech ha elaborado un test que permite detectar la presencia de la cepa bacteriana causante de la crisis del pepino en menos de dos días. El análisis se divide en dos fases: la primera, determina la existencia o ausencia de E.coli, y la segunda, confirma la presencia en la muestra de la cepa 0104H4
A raíz del brote de E.coli que ha provocado pérdidas
millonarias en el sector agrario almeriense, la empresa de base tecnológica
Savia Biotech ha diseñado un nuevo protocolo de seguridad alimentaria que
permite confirmar, en menos de 48 de horas, la presencia de la cepa 0104H4 de
E.coli, causante de las recientes intoxicaciones alimentarias en Alemania.
El sistema se basa en la realización de un test que se
divide en dos niveles de control. El primero consiste en analizar la muestra
que llega al laboratorio para detectar la presencia o ausencia de la bacteria
E.coli. Lo habitual es hacerlo mediante cepas de cultivo, es decir, se prepara
el medio óptimo para favorecer el desarrollo de la bacteria y aislarla para su
caracterización.
Tras este primer barrido, y siempre que el análisis confirma
la presencia de la E.coli,
la muestra se somete a un segundo chequeo para identificar aquéllas que son
nocivas para el organismo. Dentro de éstas, las más dañinas son las bacterias
enterohemorrágicas (EHEC), que producen hemorragias en el aparato digestivo. Su
acción se debe a que generan un tipo de toxina, la verocitotoxina (VTEC), que
causa el Síndrome Hemolítico Urémico, enfermedad que ha provocado la muerte de
una treintena de personas en Alemania.
Para su identificación, la empresa utiliza técnicas basadas
en bilogía molecular que, combinadas con la instrumentación adecuada, consiguen
amplificar el tamaño de las partículas de manera que se pueda certificar con
seguridad que se trata de la cepa 0104H4.
El director comercial de Savia Biotech, Joaquín María López
Batlles, explica algunas características del proceso. Aplicando esta
tecnología, se seleccionan los genes que codifican la toxina shiga, el que
codifica la intimina, proteína relacionada con el mecanismo de adhesión de la
bacteria, así como variantes de shigatoxinas producidas por otras cepas de E.
coli potencialmente virulentas.
Una de las ventajas que ofrece el test es la reducción del
tiempo de análisis. En menos de 48 horas analizamos y certificamos que los
cultivos estén libres de la cepa. La muestra sólo pasa al segundo nivel del
test en el caso de que se confirme la presencia de E.coli o de encontrar
colonias sospechosas, pero el tiempo de respuesta es el mismo,
independientemente de la fase de análisis, matiza el responsable comercial.
Según López Batlles, la mayoría de los laboratorios españoles
se limita a confirmar la presencia o ausencia de E.coli, es decir, se queda en
la primera fase del test. Sin embargo, Savia dispone de un área de genética de
la que carecen otras empresas y gracias a la cual se puede avanzar un paso más
y ofrecer un análisis más detallado.
Esta colaboración con el Departamento de Genética, que
centra sus investigaciones en el campo de las semillas, es la que ha permitido
la secuenciación y el análisis de ADN de la cepa bacteriana y, por tanto, su
identificación.
Certificar que los cultivos procedentes de Almería son
productos sanos libres de E.coli supone un coste de entre 29 y 49 euros,
dependiendo del nivel de análisis. Si hay que pasar a la segunda fase del
test, a los 29 euros iniciales se suman otros 20.
López Batlles señala que con este servicio se pretende
restaurar la confianza de los importadores, distribuidores y consumidores de
Alemania y del resto de Europa. Además, este tipo de análisis está avalado por
las autoridades competentes en materia de seguridad alimentaria ya que Savia
está inscrita en el registro de laboratorios de salud pública de la Junta de Andalucía.