Los territorios donde se aplicaron los diez primeros planes de desarrollo sostenible invirtieron su tendencia a la despoblación en la última década.
El Consejo de Gobierno
ha acordado iniciar los trámites para la elaboración de los Planes de
Desarrollo Sostenible (PDS) de once parques naturales andaluces y sus
áreas de influencia socioeconómica. La nueva planificación renovará la
estrategia de creación de riqueza y empleo en estos territorios, que
suman 2,28 millones de hectáreas, 174 municipios y 767.000 habitantes.
De
los once PDS, diez sustituirán a los desplegados durante la pasada
década en Cabo de Gata-Níjar (Almería); Sierra Nevada
(Almería-Granada); Los Alcornocales, y La Breña y Marismas de Barbate
(Cádiz); Sierras Subbéticas (Córdoba); Sierra de Aracena y Picos de
Aroche (Huelva); Sierra Mágina y Sierras de Cazorla, Segura y Las
Villas (Jaén); Sierra de las Nieves (Málaga), y Sierra Norte de
Sevilla. De nueva elaboración será el plan del Parque Natural del
Estrecho (Cádiz), mientras que los restantes 13 parques naturales de la
comunidad seguirán con sus PDS vigentes.
El consejero de Medio
Ambiente, José Juan Díaz Trillo, ha explicado que las acciones en estos
espacios se han traducido en un mayor dinamismo en las zonas rurales,
poniendo freno a la tendencia a la despoblación registrada en años
anteriores en unos lugares que ha definido "como mosaico de diversidad
ecológica y de oportunidades de crecimiento". Así, ha aludido a la
elevada calidad de vida de las zonas rurales, que además de ver
incrementados en los últimos años el número de empleos, se aproximan al
resto de la población andaluza en la prestación de recursos y servicios.
A
diferencia de los anteriores PDS, de periodo limitado, los documentos
que ahora comienzan a elaborarse tendrán carácter indefinido y se
desarrollarán a través de programas operativos trienales, revisables
cada año, pero con el mismo objetivo estratégico de integrar los
procesos productivos y naturales del territorio mediante iniciativas
locales generadoras de riqueza compatibles con la conservación de los
ecosistemas. Respecto al anterior marco de planificación, se dará
prioridad aquellos aspectos del desarrollo que más inciden sobre la
conservación y la mejora del capital natural.
El proceso de
elaboración de los planes contará con una primera fase de participación
de los agentes institucionales, empresariales y sociales de los
distintos territorios, cuyas propuestas determinarán el contenido de
los primeros borradores. Estos documentos serán sometidos a los
informes de las distintas consejerías de la Junta, así como del Consejo
Andaluz de Concertación Local y el Consejo de los Consumidores y
Usuarios de Andalucía. Tras el preceptivo periodo de información
pública, los proyectos de planes serán sometidos a la consideración de
los ayuntamientos afectados y de las Juntas Rectoras y Consejos de
Participación de los parques. Una vez superados estos trámites, la Consejería de Medio Ambiente
redactará los documentos definitivos, que serán informados por el
Consejo Andaluz de Medio Ambiente y el Comité de Acciones para el
Desarrollo Sostenible. Finalmente, los planes se elevarán al Consejo de
Gobierno para su aprobación definitiva.
Los primeros planes de
desarrollo sostenible, que ahora se renovarán, conllevaron unas
inversiones de más de 2.470 millones de euros y alrededor de 2.000
medidas de fomento económico en los diez territorios donde se aplicaron
durante la pasada década. Como efecto destacado, estas comarcas -en su
mayor parte del interior- invirtieron la tendencia a la despoblación
que venían registrando desde el siglo pasado y ofrecieron un
crecimiento demográfico medio del 6,8% entre 1999 y 2009. En el caso de
los parques situados en el litoral, debido su dinamismo socieconómico,
la población presenta actualmente un menor índice de envejecimiento que
en el conjunto de Andalucía.
Respecto al conjunto de las áreas
de influencia de los 24 parques naturales, el dinamismo económico tiene
su reflejo en datos como el incremento del 33% en el número de
establecimientos empresariales no agrarios durante la pasada década,
que propició la creación de más de 98.000 empleos. Respecto a la
actividad turística, los parques casi quintuplicaron su oferta de
alojamientos. En el caso de las casas rurales, casi inexistente a
finales de los años 80, actualmente se superan las 4.000 plazas.