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Casi un centenar de pescadores y armadores de la costa de Huelva han regalado a las puertas de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía en Sevilla cerca de 200 kilos de chirla fresca a los viandantes en protesta por la situación del sector.

Según el representante de los armadores, Rafael Núñez Garrido, con esta acción los pescadores piden volver a trabajar de siete a ocho horas diarias, en vez de las cinco impuestas por la Junta, que se muevan los fondos marinos para regenerar las aguas y que se aumente el precio de las chirlas por encima de los cuatro euros.

Las mayores protesta iban destinadas a los pescadores de chirla italiana ya que según Núñez es "una competencia desleal al colapsar el mercado español con productos más baratos y de menos calidad", y reclaman a la administración "ayuda para este sector que lucha por ofrecer marisco sano, ecológico y fresco".

"La (chirla) italiana llega y pone en las bolsas de chirla la fecha del día de llegada del producto a Andalucía como si esa fuera la fecha de la captura de la chirla, cuando realmente se cogieron varios días antes", ha explicado el representante de los armadores.

Los pescadores y armadores han denunciado sus "penosas condiciones de vida" por haber estado casi siete meses parados por una orden de la Consejería para dejar descansar al mar, medida que ellos consideran inoportuna "cuando la única manera que hay para que la chirla sea buena es seguir pescándola".

Además manifiestan estar en contra del cierre a la pesca en la costa que bordea el coto de Doñana, porque aseguran que ellos no contaminan las aguas y que "la pesca de la chirla no influye en la conservación del lince ibérico".

Núñez ha recordado que no es la primera vez que este colectivo se reúne con la Consejería de Agricultura y Pesca, ya que hace dos meses aproximadamente, se les prometió que se moverían los fondos marinos y que si se demostraba que las cinco horas laborables eran insuficientes,volverían al antiguo horario.