Se ha resaltado el valor de la custodia del territorio, que supone la implicación de todos los actores relacionados con el desarrollo sostenible, como una herramienta eficaz de conservación y desarrollo rural con una notable implantación tanto en España como en otros países de la OCDE.
En el segundo y último día de
celebración de las Jornadas Internacionales que sobre La Gobernanza
del Territorio y Gestión Adaptativa ante el Cambio Global, ha
organizado el MARM en el Real Sitio de San Ildefonso, se han presentado
las conclusiones a las que los expertos de distintos países y de las
Comunidades Autónomas han llegado, tras las ponencias y mesas de trabajo
celebradas alrededor de temas como los contratos territoriales, la
custodia del territorio y los bancos de habitats.
En
relación con el contrato territorial, figura de reciente reconocimiento
legal en España a través de un Real Decreto aprobado el pasado mes de
octubre, se ha revelado como una figura que pone en valor el conjunto de
externalidades positivas de la actividad agraria y, por lo tanto, como
una eficaz herramienta para el desarrollo rural sostenible.
También
se ha constatado la conveniencia de que los contratos se adapten a cada
propiedad individual, teniendo en cuenta sus características
específicas, aunque todas las propiedades deberían cumplir una serie de
requisitos mínimos de sostenibilidad, a definir por la Administración
competente. En esta línea se ha destacado la importancia del papel de
las Administraciones cara a informar, formar y asesorar para la mejor
implementación del contrato y mejora continúa de los mismos, sin olvidar
la concienciación de la sociedad sobre sus beneficios y su importancia,
ya que un desarrollo gradual de los Contratos territoriales con la
mayor implicación y participación de la sociedad en los mismos permitirá
pasar de zonas de alto valor ambiental a zonas definidas en un proceso
coparticipativo.
Por otra
parte se ha resaltado la necesidad de mantener territorios poblados y
vivos, capaces de preservar su propio funcionamiento, incluyendo la
prestación de servicios ambientales cada vez más demandados. En este
sentido se ha destacado el papel de la custodia del territorio, que
supone la implicación cierta y duradera de todos los actores
concernidos: propietarios, expertos, entidades de custodia, y
Administraciones trabajando juntos por la conservación y el desarrollo
sostenible, y su función como herramienta de conservación y desarrollo
rural que ha alcanzado una notable implantación territorial tanto en
España como en muchos otros países de la OCDE.
Otro
de los temas, objeto de debate a través de ponencias y una mesa
temática, ha sido los bancos de hábitats como nueva institución en el
marco del medio rural. En relación con sus oportunidades y valores se ha
subrayado su importancia como herramienta innovadora y realista para
la conservación de la biodiversidad, basada en proceso de compensación y
mitigación de los daños a recursos ecológicos, que puedan producirse en
la realización de una acción o proyecto determinado.
Para
su desarrollo se ha destacado la necesidad de establecer los hábitats,
especies o acciones de compensación a realizar y prioridades a
establecer. Además para que este sistema sea efectivo se ha indicado
también la conveniencia de establecer, de forma coordinada, un sistema
de control y seguimiento del proceso de mitigación para que se lleven a
buen fin las medidas compensatorias establecidas en el proyecto.
También
se ha señalado su importancia como oportunidad para la inversión
privada en la conservación y desarrollo sostenible que ya ha tenido una
gran aceptación en otros países, suponiendo, a través de la
preservación neta de patrimonio, una importante oportunidad para el
desarrollo territorial sostenible.