En el estudio se analizan diferentes campañas y explotaciones de la provincia de Jaén.
Un estudio de la Universidad de Jaén (UJA) ha
llegado a la conclusión de que la edad del olivicultor, el tamaño de la
explotación o el desarrollo de la actividad olivarera de forma no
especializada afectan de manera negativa a la competitividad del cultivo
del olivar.
En el estudio se analizan diferentes campañas y
explotaciones de la provincia de Jaén, mayor productora del mundo de
aceite de oliva, y se concluye que a partir de edades de los
olivicultores entre los 60 y 70 años, de manera gradual, se produce una
caída en la renta neta del olivicultor, generalmente por circunstancias
como la aversión al riesgo, a la evolución tecnológica o la resistencia a
los cambios, según un comunicado de la UJA.
Del mismo modo,
la relación que se manifiesta entre el tamaño de las explotaciones y la
rentabilidad de las mismas es directamente proporcional, ya que a mayor
superficie de la finca se produce un gradual incremento de la
competitividad de la misma, por circunstancia de supresión de costes "in
itinere", efecto de crecimiento y economía de escala, entre otros.
Igualmente, el desempeñar la actividad olivarera de forma principal
potencia el nivel de rentabilidad de las explotaciones, fundamentalmente
por el efecto especialización.
El trabajo, que ha sido
realizado por Juan Sosa Bravo, alumno del Máster de Economía Social de
la Universidad de Jaén, lleva por título "Análisis de la competitividad
del olivar tradicional. Incidencia de la edad del olivicultor, tamaño de
las parcelas y el cultivo como segunda actividad, en la rentabilidad
del olivar giennense".
El estudio aborda una situación como la
actual, donde los precios en origen pasan por ser insostenibles para el
olivicultor, especialmente tradicional, al mismo tiempo que mira con
especial interés la negociación de la Política Agraria Común para el
periodo 2013-2020.