La restauración de los humedales requiere una media de 30 años.
La mitad de los humedales, uno de los
ecosistemas más productivos existentes en el planeta, han sido
destruidos por la acción humana mundial a lo largo del siglo XX, y su
restauración requiere una media de 30 años.
Así lo revela una
investigación llevada a cabo por científicos del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC), en un trabajo dirigido por las
universidades estadounidenses de Berkeley y Stanford, en el que ha
colaborado también el Museo Nacional de Historia Natural, de París
(Francia).
El estudio revela que los humedales degradados
tardan una media mínima de 30 años en recuperar su estructura y
funcionamiento, y que los de nueva creación requieren, aproximadamente,
el mismo periodo de tiempo hasta llegar a ser autosuficientes.
Francisco Comín, investigador del Instituto Pirenaico de Ecología del
CSIC que ha trabajado en el proyecto, ha explicado que "cada indicador
de recuperación evoluciona de forma distinta".
Se recuperan
antes los flujos de agua que la comunidad biológica y ésta antes que los
ciclos biogeoquímicos pero las condiciones mínimas de viabilidad se
alcanzan cuando se estructura la comunidad biológica vegetal, lo que
suele tardar unos 30 años, ha dicho.
La investigación,
publicada en la revista PLoS Biology, se basa en el análisis de los
datos disponibles de la biología, la hidrología y la bioquímica de 621
humedales, entre los que se incluyen turberas, manglares, llanuras de
inundación, saladares y lagunas, del mundo, tanto restaurados como de
nueva creación.
Además de la comparación con otros 556
humedales de referencia. En muchos casos, la información existente se
remonta a más de 100 años.
Comín ha explicado que es imposible
recuperar el 100% de las características de un humedal ya que la
naturaleza no pasa dos veces por el mismo estado, pero sí puede
alcanzarse una reparación exitosa con características que, aunque no
sean iguales que las iniciales, sí cumplen la misma función.
Un hallazgo relevante es que los humedales de mayor tamaño, de más de un
kilómetro cuadrado, se recuperaron antes que los más pequeños.
También que los situados en climas cálidos tropicales experimentaron
una restauración más rápida que los de los ambientes fríos, que no se
recuperan antes de los 50 años.
Por su parte, las masas de
agua conectadas a otros regímenes hidrológicos mayores recobraron sus
niveles biológicos y bioquímicos originales después de 20 años y 30
años, respectivamente.
En sentido contrario, los humedales
aislados no han logrado alcanzar el nivel de origen en estas variables
después de 50 años.
Por ello, Comín recomienda investigar
nuevas estrategias y técnicas de restauración que aceleren la
recuperación de las funciones y servicios de los humedales.
Dada la enorme pérdida de humedales que ha sufrido el planeta y los
servicios que aportan estos ecosistemas, es fundamental aplicar técnicas
adecuadas de creación y recuperación de este tipo de espacios.
El investigador del CSIC denuncia que los planes de restauración
actuales no suelen contar con una base científica. "Normalmente, se
ejecuta una obra sencilla como una revegetación o una reconexión
hídrica, pero no se asegura la funcionalidad de estas medidas a largo
plazo".
Tras recordar que en diciembre de 2000, España
traspuso la Directiva Marco de Agua (DMA), que obliga a que todas las
masas de agua del territorio se encuentren en buen estado de
conservación para 2015, ha propuesto un Plan Nacional de Recuperación de
Humedales asociado a una estrategia de desarrollo sostenible del medio
rural.
Comín ha señalado que además de los servicios
ambientales que cumplen los humedales, como la fijación de carbono y la
regulación de los ciclos de agua, también aportan importantes valores
productivos, recreativos y culturales.