Apenas si ha alcanzado el 30 por ciento de su volumen habitual -unos 1,5 millones de kilos- debido a las condiciones meteorológicas de los últimos meses.
La producción de castaña esta campaña en la sierra de Huelva
-única zona de Andalucía junto con la serranía de Ronda (Málaga) dedicada a
este cultivo- apenas si ha alcanzado el 30 por ciento de su volumen habitual
-unos 1,5 millones de kilos- debido a las condiciones meteorológicas de los
últimos meses.
El responsable del sector de la Castaña de COAG en Huelva,
José Manuel Benítez, ha apuntado que la campaña, ya concluida, "ha sido
regular tirando para mala" ya que, pese a que se preveía buena porque los
árboles estaban cargados de frutos "la escasez de lluvias y las altas
temperaturas han provocado que la mayoría de ellas no hayan alcanzando el
tamaño adecuado y se hayan secado".
Estas circunstancias han motiva, según ha apuntado, que se
haya recogido "poco, quedando mucha castaña en el campo porque no
alcanzaba la calidad adecuada".
Pese a esto, Benítez ha querido destacar que el fruto
recogido ha sido "de excelente calidad" y que mucho de ello se ha destinado
al mercado extranjero, concretamente a EEUU y el norte de Europa, "hemos
tenido que dejar de hacer frente a pedidos porque no teníamos producto".
No es tan bueno, sin embargo el consumo interno, en
Andalucía, un apartado que, según el responsable de COAG, sigue siendo "la
asignatura pendiente", por lo que está previsto de cara a las fechas
navideñas desarrollar una campaña en grandes superficies, junto con la Consejería de
Agricultura y Pesca, para incentivarlo.
"Aquí tiene más prestigio el marchamo de la castaña
gallega que la nuestra y no parece lógico que nuestro producto lo consuman en
países extranjeros y los andaluces optemos por otros de fuera", ha
señalado.
También se ha referido a los precios y al daño que está
haciendo al sector los intermediarios y las grandes cadenas de distribución,
"este año a pesar de que la escasez de producto debería de haber subido
los precios no ha sido así, se han mantenido y al productor se le ha pagado el
kilo a unas cantidades que apenas si cubren los gastos de producción, en torno
a un euro".
Esta situación, lleva a la organización a reclamar una ley
de comercio que regule los márgenes comerciales porque "actualmente nos
están asfixiando".